5 dias antes del comienzo de semana santa de este año, el domingo por la mañana, mientras todo el mundo dormia o se preparaba para salir a la ciclovia, o estaba llegando de una fiesta apenas, nosotros, mi salon, 3 profesores y hasta nixon y yo estabamos en la 45 con septima embarcandonos en una flota. Nuestro destino era una isla administrada por el distrito de Cartagena pero que quedaba al frente de las playas de Córdoba muy cerca de San Bernardo del Viento, donde recientemente habían asesinado a dos biólogos de la universidad de los Andes.
Al llegar al lugar donde tomaríamos la lancha para cruzar los 40 minutos que dividían la isla de tierra firme conocimos al que sería nuestro guía, el viejo Osvaldo que por cierto era también de Cartagena. Cuando llegamos a la isla el ambiente era muy ameno y amigable, siempre he tenido la idea de que los isleños son los más costeños de todos. Subimos luego una loma que nos llevaría al hotel de 5 estrellas y media donde dormimos durante la siguiente semana. Antes de llegar pasamos por el restaurante de mariscos finos donde comeríamos en una mesa de banquete casi todos los días.
Al llegar al lugar donde tomaríamos la lancha para cruzar los 40 minutos que dividían la isla de tierra firme conocimos al que sería nuestro guía, el viejo Osvaldo que por cierto era también de Cartagena. Cuando llegamos a la isla el ambiente era muy ameno y amigable, siempre he tenido la idea de que los isleños son los más costeños de todos. Subimos luego una loma que nos llevaría al hotel de 5 estrellas y media donde dormimos durante la siguiente semana. Antes de llegar pasamos por el restaurante de mariscos finos donde comeríamos en una mesa de banquete casi todos los días.
El primer día, hicimos un recorrido a la isla y pues como no era paseo tomamos muchos datos, y creo que en general los siguientes 4 días se podrían resumir con 3 palabras tiburón, transepto, y Sparkie. Pero además conocimos a mucha gente de la isla que siempre nos ayudó en todo, diseccionamos un tiburón, nadamos, mucho, tragamos agua, mucha, surcamos manglares a pie y en general, bueno no dejamos un pedazo de la isla sin meter en un transepto.
Pero hay que admitir que es una experiencia que hay que repetir, ojala sin transeptos y por más tiempo pero definitivamente hay que hacerlo de nuevo.
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