Un blog para no dejar de sorprendernos con las mas grandes rarezas y curiosidades del mundo natural.

jueves, 24 de febrero de 2011

Datos Curiosos

- El individuo más grande de Ceratiidae es la hembra de Ceratias holboelli que mide entre 77 cm y 120 cm.

- El pez Anzuelo hizo su aparición en la pantalla grande en la popular película animada de Disney buscando a nemo. 

Justificación

El mundo natural es infinitamente sorprendente, criaturas han pasado por la tierra y criaturas pasaran, dentro de tanta diversidad encontramos muchas historias sorprendentes, y la del pez anzuelo no es la excepción, las condiciones en que este vive han obligado a la naturaleza a crear un método reproductivo increíble, donde se refleja la premisa de que uno de los fines principales de cada individuo es preservar su especie a como dé lugar.

La reproducción del pez anzuelo es igual de increíble que las condiciones en las que este vive, es un tema muy interesante, espero que les guste.

miércoles, 16 de febrero de 2011

El Proceso Reproductivo Del Pez Anzuelo

 Hasta Que La Muerte Nos Separe 

El marido y la mujer 

Los extraños peces Anzuelo o Diablos marinos (del orden Lophiiformes) habitan a profundidades enormes, desde 1.000 y hasta 3.000 metros (Jay Gould, 1983, p. 21 - 22) donde la presión del agua es abismal y la luz solar es retenida por la gran masa de agua, por lo tanto donde las oscuridad es total. Los peces Anzuelo tienen una apariencia muy extraña, poseen bocas en disposición vertical y cabezas enormes con respecto al resto del cuerpo, aletas pequeñas y espinosas, pero quizás su característica más visible y a la cual deben su nombre es el método de caza que utilizan; en las hembras una de sus espinas dorsales se ha prolongado más que las otras sobresaliendo por encima de su cabeza, al final de la espina alargada hay una porción de tejido que en algunas especies incluso emite luz propia, las presas son atraídas por la luz o por el movimiento del señuelo directamente a las fauces del pez. (Pietsch, 2005)

Los machos, a  diferencia de las hembras, no poseen el singular señuelo, y son mucho mas pequeños que ellas, apenas una fraccion de las mismas. Poseen grandes ojos y dos pares de pequeños dientes. Pero la caracteristica mas increíble que presentan algunas especies de peces Anzuelo es su método de reproducción. 

Hembra de Diablo marino (Cryptopsaras couessi), el señuelo se prolonga por encima de la cabeza como una caña de pescar.















Puede besar a la novia 

En 1922, un biólogo islandés de apellido Saemundsson capturo a una hembra de Diablo marino que tenía dos pequeños peces de la misma clase adheridos a ella. Asumió que se trataban de dos pequeñas crías o los restos de estas, pero le sorprendió el grado al que los dos peces estaban aferrados a la hembra, los peces estaban firmemente sujetos a la piel de esta con la boca, de hecho parecían estar sellados a esta. El misterio perduro durante 3 años más, hasta que un investigador de peces británico, C. Tate Regan, propuso que los deformes jóvenes eran en realidad machos adultos adheridos permanentemente a la hembra. (Jay Gould, 1983, p. 22) Pero esta descripción queda opacada con lo que en realidad sucede con el pez Anzuelo.

Tras alcanzar una edad de madurez sexual, los peces Anzuelo machos pierden cierta capacidad para alimentarse lo que los obliga a buscar una hembra a la cual adherirse. Los machos encuentran a la hembra mediante su sentido del olfato, cuando lo hacen, la muerden y se aferran fuertemente a ella, pero lo más increíble es lo que sucede a continuación. Después de cierto tiempo del “casamiento” el macho comienza a deformarse, pierden los ojos y la boca se fusiona a la piel de la hembra. Los sistemas vasculares de ambas criaturas se entrelazan, entonces el macho se vuelve totalmente dependiente de la hembra para sobrevivir. La alimentación del macho depende de los nutrientes que la hembra la proporcione  a través del nuevo sistema vascular. Sin embargo el macho no se convierte en un apéndice inerte que cuelga de la hembra, este conserva algunas de sus funciones vitales, como el latir de su propio corazón, el funcionamiento de los riñones, el cerebro y aunque muy limitada cierta movilidad. (Jay Gould, 1983, p. 24)
 
Macho de Diablo marino adherido permanentement a la hembra, a perdido sus ojos y su boca se ha funsionado a la piel de su compañera.

Pero los entregados machos sufren de un cambio más relevante. Cuando los machos están definitivamente unidos a la hembra el tamaño de los testículos aumenta, los machos se convierten en no más que una inyección de semen viva. Y en la actualidad se ha llegado a pensar incluso que es la hembra la que mediante hormonas hace que el macho libere su descarga de esperma.

Este comportamiento sexual parece ser muy extraño, pero en realidad tiene un gran sentido; Imagina por un momento que eres un pez Anzuelo macho recién nacido, y que a diferencia de un recién nacido humano lo primero que seguramente veras será la obscuridad total en la que vives, a medida que creces quizás no hayas visto nada diferente al momento en que naciste. Cuando llega el momento de encontrar pareja, efectivamente, la comienzas a buscar, a ciegas, seguramente durante muy largo tiempo. Después de la ardua búsqueda, estando exhausto y hambriento, finalmente encuentras una pareja pero entonces piensas (por suspuesto el pez Anzuelo lo hace por instinto) en toda la travesía, el tiempo y el esfuerzo necesario para encontrarla en la infinidad del océano, entonces te aseguro que de ser necesario hasta la morderías para nunca dejarla ir aunque eso signifique en el caso del pez Anzuelo, perder la capacidad de vivir por sus propios medios.

Muchos hombres desean tener una vida como la del pez Anzuelo, ser mantenidos por una mujer de por vida y que esta tome la iniciativa en el sexo, pero a cambio los peces Anzuelo dejan su cuerpo a total disposición de la hembra y son quizás los amantes más fieles de la naturaleza. ¿Los machos humanos llegaran a ser tan abnegados a cambio de cumplir el deseo de ser mantenidos que muchos sueñan?


Bibliografía

Jay Gould, S. (1983), Dientes de gallina y dedos de caballo, New York, s. e.

Pietsch, T. (2005), “Ceratiidae”, [en línea:], disponible en: http://tolweb.org/Ceratiidae, recuperado: 16 de febrero de 2011.